Sobrenatural
Durante años varias personas, le hablaron a Marina de los hechos mágicos que sucedían en el cerro Uritorco. Uno tras otro se acumularon los relatos de luces extrañas, platos voladores, seres de otros planetas que bajaban de luminosas naves circulares y mantenían telepáticos diálogos con los presentes. Camila y Margot pertenecían a un grupo esotérico que se reunía los fines de semana en los que hacían rituales de sanación para los enfermos. Todos vestidos de blanco formaban un círculo alrededor del paciente y, en una ronda lenta con rezos en palabras ininteligibles, daban vueltas y vueltas mientras hacían gestos con las manos y los brazos extendiéndolos hacia el techo, a la vez que danzaban una suerte de pasitos cortos como de baile, aguardando a que llegara el estricto momento de la mágica sanación: el paciente se desplomaba y caía en los brazos de varios de los que formaban la ronda. Una tarde de marzo, Marina aceptó acompañar a Camila, su amiga de años a la que escuchaba con paci...